Cuatro rincones ocultos que no esperabas encontrar en Enkarterri-Meatzaldea

2024-03-20

¿Quién esperaría toparse con una catedral diseñada en México en mitad de la montaña de Karrantza? ¿O con los restos de un mundo desaparecido en los Montes de Triano? Te proponemos un recorrido sorprendente por cuatro rincones ocultos que no esperabas encontrar en Enkarterri-Meatzaldea.

Iglesia de Aldeacueva

Karrantza

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Pese a sumar poco más de 2.700 habitantes, Karrantza cuenta con la friolera de 19 parroquias diseminadas por el valle… ¡y muchas de ellas esconden historias fascinantes! Es el caso de la iglesia de San Bartolomé, en el barrio de Aldeacueva. El templo pretendió ser una réplica de la catedral de San Miguel de México. Los planos llegaban en barco desde el otro lado del charco y, pese a la fama y reconocida pericia del arquitecto, no se interpretaron correctamente. Aun así, el resultado sigue siendo imponente: una gran iglesia en plena naturaleza.

No es el único secreto que ocultan las iglesias del valle. ¿Cómo es posible que se construyeran plazas de toros junto a ermitas?  ¿Por qué había un colegio para la nobleza frente a uno de los templos? ¿Cuál es su relación con Miguel de Cervantes? Descubre estas y muchas otras historias en una visita guiada por las iglesias de la fortuna.

Las iglesias de la fortuna: una visita guiada en Karrantza

CÓMO LLEGAR

Horno Apold-Fleisner

Ortuella

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Hablar de Ortuella es hablar de los orígenes de la  minería en Bizkaia. Los dos mayores emporios mineros de la época, la Franco-Belga y la Orconera, tenían en este municipio grandes hornos de calcinación para tratar el mineral antes de transportarlo en ferrocarril hasta los cargaderos de la ría de Bilbao.

De entre todos los vestigios mineros, destaca un coloso que fue revolucionario en su momento: el horno de calcinación de siderita Apold-Fleisner. Esta joya, única en Europa, supuso un gran adelanto técnico, ya que utilizaba fueloil en vez de carbón, y el combustible no se mezclaba con el mineral. Además, contaba con un sistema de extracción de polvo y humos que reducía la contaminación atmosférica.

En el subsuelo del horno se encuentran restos del embarcadero, de los lavaderos y de la vía férrea que recorrían vagonetas cargadas de mineral. Aunque no podemos acceder al recinto, recorrer los paisajes de Meatzaldea nos adentra en un territorio en el que aún resuenan los ecos de aquella frenética actividad laboral, social y reivindicativa de principios del siglo XX.

Hierro y Montaña: una ruta por el corazón minero de Bizkaia

CÓMO LLEGAR

Barrio minero de El Saúco

Galdames

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Imagina caminar por los Montes de Galdames, superar un repecho y, de pronto, ver emerger ante tus ojos el imponente esqueleto de un gran edificio abandonado. Un halo de misterio lo envuelve. Hay quien afirma que fue un hospital de mineros, pero en realidad se trata del edificio administrativo desde el que se gestionaba uno de los mayores cotos mineros de Bizkaia.

Las minas llevan décadas abandonadas, y la naturaleza reclama lo que es suyo. La mole de piedra y ladrillo se alza entre las rocas y la maleza, sorprendiendo con su presencia a quienes se afanan en ascender las cumbres vecinas, entre las que destaca el pico La Cruz, una pintoresca formación rocosa. Los macizos kársticos de la zona han esculpido paisajes tan espectaculares como el arco natural que cobija el acceso a la cueva de La Magdalena. La gruta no es visitable (aunque es posible acceder hasta la boca), pero la belleza del entorno y las vistas panorámicas recompensan con creces la caminata.

Ruta a la cueva de La Magdalena

CÓMO LLEGAR

Torre-palacio de Oxirando

Gordexola

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La torre-palacio de Oxirando es un centinela de piedra que observa el paso del tiempo desde un recodo del río Herrerías, en Gordexola. Construida en el siglo XV, atesora entre sus muros historias de batallas, intrigas y leyendas. Su imponente figura, de planta cuadrada y tres alturas, domina el paisaje con elegancia y misterio.

Aunque es de propiedad privada, la torre se alza en un entorno que merece la pena descubrir, en plena cuenca del río, donde en el pasado abundaron las ferrerías de las que tomó su nombre. Al igual que las muchas otras casas-torre que pueblan la comarca, la de Oxirando fue construida en la época de las guerras de bandos, unas fieras disputas territoriales que tiñeron Enkarterri de rojo en la Edad Media. Estas atalayas servían de fortaleza defensiva y de residencia de los grandes linajes medievales.

Una ruta por Gordexola

CÓMO LLEGAR

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